El Ecosistema de Emprendimiento

En el último taller sobre creación de modelos de negocio basados en innovación que impartí tuve la oportunidad de conversar con personas con buenas ideas y ganas de sacarlas adelante. Ellos pertenecen a un grupo especial de seres los «Emprendedores» quienes tienen la virtud de no rendirse y luchar por la idea que quieren materializar.

Ellos son el inicio del «Ecosistemas» de los negocios de innovación. Ellos aprovechan la promoción que hoy en día existe en nuestra región para salir a la luz e intentar imponer sus visiones personales.

No menos importantes y más escasos son los llamados «Ángeles inversionistas». Ellos son los primeros en evaluar las posibilidades de un proyecto. Basados en su experiencia invierten el primer dinero en desarrollar dichos proyectos. En Panamá tenemos escasez de los mismos, pues mal que bien ya en algunos países de la región existen fondos de capital de riesgo que invierten cuando el proyecto ya está en una etapa madura. Pero los visionarios capaces de leer el valor en los proyectos recién cuando arrancan son mucho más escasos.

El problema no es falta de personas con capacidad adquisitiva. Según he podido constatar existen los suficientes. Creo que lo que falta es crear confianza y capacitar el mercado. Invertir en este tipo de esquemas requiere cierto conocimiento de algunas herramientas en el manejo del riesgo, lo que aparentemente ha limitado el acceso de algunos.

Creo que es pertinente explicar de forma rápida como funciona el asunto. La cosa va mas o menos así: cuando un emprendedor le presenta a un ángel inversionista su idea, esta en esencia pasando el primer tamiz de viabilidad. El ángel revisa el proyecto y si está de acuerdo negocia una participación accionaria a cambio de un dinero o recurso. Si las dos partes concuerdan la transacción se realiza y el proyecto sigue su curso.

La inversión es interesante pues cuando el proyecto esté más avanzado y alguien desee comprar una parte del negocio, el precio será ya muy diferente. Las ganancias pueden ser muy elevadas, mucho más allá de las tazas del mercado. También puede ocurrir que el proyecto no despegue y las cosas no ocurran. Es este el riesgo inherente en este tipo de inversiones. Normalmente la regla es a mayor riesgo mayor será la ganancia y entre más temprano más ganancia, pues entre mayor tiempo pase desde el origen de la idea más caro será arrancar.

Las incubadoras de empresas cumplen una labor muy valiosa, al generar un espacio donde se ajustan las propuestas y los inversionistas pueden estar seguros de encontrar emprendedores comprometidos.

¿Es usted un posible ángel inversionista? Puede que lo sea y no lo sabe. Existe un costo financiero llamado «costo de oportunidad». Se refiere al hecho de tener un capital y «no ganar» lo que se podría si se invirtiese bien.

Así las cosas es conveniente comenzar a buscar buenas ideas en las cuales participar, sobre todo en el contexto de la desaceleración de la construcción y con el agotamiento de los modelos de «comprar y vender» sin agregar valor. Los proyectos de innovación se consolidan como una excelente opción para generar nuevas empresas, trabajos, proyectos, en resumen, futuro.

Escrito por: Pedro Colmenares.

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